jueves, 14 de febrero de 2013

ODÍN

CONCURSO DE RELATOS
NICK: NikiSonrisas

El verano del año 2008 yo me disponía a pasar las vacaciones con mi familia en un pequeño pueblo de Burgos, Padrones de Bureba. Al llegar allí y saludar a toda la familia, mi hermana, primos y yo nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Al llegar a la plaza vimos un pequeño cachorro de apenas 1 año que correteaba por la plaza y el frontón . Nos acercamos a el y se puso a jugar con nosotros sin ningún problema. Siempre andaba por allí… era el perro de un señor que vivía detrás de el frontón. Siempre que podíamos jugábamos con el… Y en realidad, nunca llegue a pensar lo importante que sería aquel perro para mí en un futuro.
Pero al final del verano el pueblo quedaba vacío, exceptuando 3 o 4 personas que vivían allí permanentemente. Asi que cada uno volvió a su ciudad, hasta el próximo verano.
Al año siguiente al volver de vacaciones allí, y dar el típico paseo de reconocimiento de cosas nuevas, vimos un perro considerablemente grande, con las patas blancas, la punta del rabo blanco y una característica mancha blanca en el morro. Ya no nos acordábamos de aquel cachorrito del verano anterior. Y al preguntar por el nos dijeron que era Odín, el perro del señor que vivía detrás del frontón. ¡Había crecido muchísimo en tan solo un año! Seguía correteando por el pueblo y jugando con todo el que se ofreciera. Siempre que podía le llevaba lo que nos sobraba en casa de comer asÍ que poco a poco empezó a seguirme hasta casa o si iba a dar un paseo el venía siempre detrás. Una auténtica maravilla de perro. Pero el verano volvió a acabarse otro año más… Y con ello todos volvimos a nuestras ciudades y él se quedo allí.
Y después de el otoño, invierno y primavera llegó el verano del 2010. Pero esta vez yo si que me acordaba de aquel perro. Nada más llegar al pueblo pregunte por el y entonces me enteré de que su dueño le tenía atado porque se había peleado con otros perros del pueblo. Así que fui a verle… Y cuando le vi .. se me cayó el alma al suelo. Estaba atado con una cadena de apenas 2 metros de longitud, rodeado entre sus propios excrementos y con la tierra llena de hoyos que el provocaba supongo que al intentar enterrar los excrementos. Estaba bastante delgado y entonces descubrí que su dueño no le hacía demasiado caso. Desde el primer día que llegue al pueblo ese verano siempre que podía iba a verle. Le cambiaba el agua o se lo llenaba porque el con su propia correa sin querer tiraba la lata en la que se la ponía. Le llevaba todo lo que sobraba en casa y me quedaba allí con el a mimarle. El cada vez que alguien iba a verle se volvía loco de felicidad. Saltaba sobre ti, te lamía, se pegaba a tus piernas dándote cariño y buscando un poco de mimos. ¿Pero que pasó?… que volvió a llegar el maldito fin de verano. Así que desgraciadamente no le volvería a ver hasta el verano siguiente.
Cuando (¡porfin!) llego el verano de 2011 solo pensaba en el día en que llegáramos al pueblo y pudiera ir a ver como estaba Odín. La sorpresa fue cuando nada más pisar el pueblo y correr hacia donde estaba el le vi en los huesos, literalmente, lleno de garrapatas y tábanos que rodaban sus orejas llenas de heridas… Ese mismo verano su dueño falleció y hablé con una amiga que me ayudaba a cuidarlo. Como nadie podía hacerse cargo de el tuvimos que llamar a la protectora. Y me dijeron que se lo llevarían al día siguiente. Nada más levantarme me vestí y fui a verle… Pero ya se lo habían llevado.
En el transcurso del año me enteré donde lo habían llevado y me propuse ir a verle en cuanto pudiera. La semana santa del 2012 tras mucho insistir convencí a mi madre de que me llevará hasta la protectora para verle. Después de una hora y media de viaje y mil vueltas tras perdernos, vimos a mucha gente paseando perros por la zona por lo que supuse que ya estábamos llegando. Empecé a mirar por la ventana, nerviosa y ansiosa por verle, hasta que en una rotonda le vi  Estaba paseando con un señor. Grité a mi madre entre lagrimas que parara el coche que estaba allí.
-¡¡MAMÁ!! ¡¡PARA!! ¡¡ESTA AHIIII!! ¡¡PARAAAAA MAMÁ!!
Ni siquiera le dio tiempo a parar el coche del todo y yo ya había salido del coche e iba hacia el. Llorando entre una mezcla de alegría y nervios, me acerque al señor y le dije  ¿Este es Odín verdad? Y cuando me dijo que sí, no pude hacer otra cosa que agacharme y achucharle después de tanto tiempo. El señor claramente no entendía nada y cuando mi madre llegó y le explico todo el señor me dijo que si quería pasearlo yo. Se me subió encima, yo no podía parar de darle mimos… Les acompañamos hasta la protectora una vez acabado el paseo y el señor me dejo llevarle yo a su caseta. Así que le lleve, y me quede allí con el un buen rato hasta que mi madre dijo que teníamos que marcharnos. ..
Ese mismo verano volví a convencer a mi madre para que me llevara y volví a llorar al verle. Estaba precioso. Estaba gordito… ^^ Y ahora siempre que voy al pueblo voy a verle… y pretendo poder adoptarle algún día y no separarme de el nunca más.
Porque, de verdad, que nadie puede entender porque es tan importante para mi. Ni siquiera yo lo entiendo, pero… le quiero como si fuera mío…




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