Normalmente siempre se asocia como mascota ideal para los niños a los
perros y cuando unos padres deciden ampliar la familia, con un nuevo
miembro no humano, se inclinan más hacía los perros por su famosa
sociabilidad. Sin embargo los gatos pueden ser un compañero ideal para
cualquier niño y aquí os vamos a dar algunas razones para que, si decides
ampliar la familia, tengas en consideración a nuestros amigos felinos.
Cualquier
animal es bueno para el desarrollo de los niños, para su desarrollo
afectivo e inteligencia emocial. Pero ¿Por qué elegir un gatito?.
Existen muchos mitos acerca del carácter de los gatos y os podemos asegurar que hay gatos tan cariñosos que superarían hasta el perro más mimoso del mundo. Un gato, al contrario de lo que se piensa, le gusta estar y jugar con su familia humana y formar parte de ella.
En cuanto a los niños y los gatos, los psicólogos opinan que el gato es positivo para el desarrollo de los niños por varias razones:
Existen muchos mitos acerca del carácter de los gatos y os podemos asegurar que hay gatos tan cariñosos que superarían hasta el perro más mimoso del mundo. Un gato, al contrario de lo que se piensa, le gusta estar y jugar con su familia humana y formar parte de ella.
En cuanto a los niños y los gatos, los psicólogos opinan que el gato es positivo para el desarrollo de los niños por varias razones:
- Genera actitudes de responsabilidad. Aprenden a cuidar de un ser vivo y a respetarlo.
- Estimula su afectividad. Llegan a conocer la importancia del amor y el respeto hacia los animales, algo que luego se generaliza a otros contextos.
- Ayuda a que el niño sea más sociable.
- Potencia su sensibilidad.
- Potencia su motivación, autoestima y la cooperación.
Pero
cuidado, si decidimos incluir un amigo gatuno en casa debemos de enseñar
a los niños a tratar con el animal. Los niños pequeños ven al pequeño
recién llegado como un juguete apapachable que puede tratar igual que a
sus peluches. Por eso debemos de enseñarles a tratar al gato con
delicadeza y respetando su naturaleza. Explicar a nuestros hijos cómo y en qué momentos puede jugar con él, es
una tarea fundamental para evitar problemas futuros tanto para el gato
como para los niños.
Un niño con 7 u 8 años ya puede hacerse
"cargo" del gato y ser responsable de él. Para estas edades sería ideal
introducir un gato de unos dos años de edad, ya que la responsabilidad
de educar a un gato cachorro es más responsabilidad de un adulto.
Para
terminar recordaros que si decidís meter un gato en casa para aumentar
la familia, es una responsabilidad que estáis adquiriendo y no un juguete
que si no gusta podemos echar a la calle y que se vaya igual que ha
venido. Debes de ser responsable y enseñar también al nuevo amigo a
adaptarse a su nuevo hogar, el cual debe ser el definitivo. Para tener unos hijos responsables los modelos de los que aprende deben de serlo también.
Os invitamos a leer la guía del adoptante que podéis encontrar AQUÍ .
Os invitamos a leer la guía del adoptante que podéis encontrar AQUÍ .
Muchas Gracias Desireé!! lo tendremos en cuenta!! Un saludo
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