lunes, 6 de enero de 2014

EXPERIENCIA COMO VOLUNTARIA EN LA GATERA

¡Feliz año nuevo a todos! En el Blog de la Gatera, este año empezamos con una entrada muy especial. Nata Ce nos cuenta su experiencia como voluntaria en La Gatera. Esperamos que este relato os sirva de inspiración y os animéis, como Nata Ce, a uniros a La Gatera. 


EXPERIENCIA COMO VOLUNTARIA EN LA GATERA

"Nunca me habían gustado los gatos. Aunque desde pequeña siempre me habían inculcado el cariño y el respeto por los animales, y había convivido con muchos de ellos (perros, pájaros, conejos, hámsteres… etc.). Los felinos no despertaban mi simpatía, quizás atendiendo a las características tan estereotipadas que desde siempre nos han vendido acerca de su carácter despegado, interesado y traicionero.
Cosas de la vida, y atendiendo a mi situación personal de aquel momento, hace 6 años decidí adoptar a una gatita que había sido maltratada, pensando que le estaba salvando la vida…Ignorante de mi! Ahora puedo decir que fue ella la que me salvo a mí en muchos sentidos.
Supongo que por mi sentimiento de gratitud hacia los gatos, decidí embarcarme en la aventura de colaborar con una asociación dedicada al cuidado y la protección de estos peludos. Por casualidad y a través de una red social, me tope con La Gatera AdoptACat.
Primero fue mi propia gatita la que colaboró con ellos al salir en la portada del calendario benéfico del año pasado. Después doné cosas que ya no utilizaba y que tenia abandonas por casa, pero que siempre pueden venir bien como mantas, alfombras, rascadores…etc, pero finalmente decidí que lo que quería era cuidar de los gatos que están instalados en el albergue…de esto hace casi ya un año.
Desde entonces, voy una vez a la semana y mi labor fundamental es de atención directa a los gatos y al perro que ahora mismo hay en el albergue, Max! Hay que limpiar las habitaciones, areneros, reponer la comida, dar cuidados médicos básicos cuando se necesitan (aunque para eso ya están las veterinarias), hacer muchas fotos para tener los casos actualizados en la red, etc, pero y sobre todo, hay que jugar con ellos y darles amor, mucho amor.
A pesar de que cada gato tiene su propia personalidad, e independientemente de las penurias que todos han tenido que pasar (abandono, maltrato, atropellos, etc) y la mayoría pese a su corta edad, es extraordinario el amor que reparten de forma incondicional cuando se acerca un humano.
 Al principio me confundía y les cambia hasta los nombres, no era capaz ni de distinguirles…pero ahora que ha pasado el tiempo estoy pensando en adoptar otro! Es increíble cómo cambian las cosas, sin querer te vas involucrando cada día un poquito más en la historia personal de cada gatito, sin querer pasan a formar parte de tu “familia”. Incluso en una ocasión me lleve a 3 pequeñas hermanitas al cole donde yo trabajo para dar una charla e intentar concienciar a los más peques de la importancia del respeto y el cariño al mundo animal, sobre todo a estos peludines.
Cada tarde, cuando cierro la puerta del albergue y me voy de allí, tengo la extraña sensación de que me quedan cosas por hacer, que debería de ayudarles mucho más y que encima soy una afortunada porque recibo de ellos mucho más de lo que yo les doy!
La mayoría de la gente pensará que no tiene tiempo o dinero, o que hay otras causas más nobles a las que dedicar su ayuda en vez de a estos pequeños peludos, y seguramente  sea cierto, pero con un poco de organización y esfuerzo unas simples manos pueden llegar a muchos rincones.
Hay numerosas formas de ayudar y colaborar: haciendo aportaciones económicas, donando objetos para el albergue o para montar rastrillos, difundiendo los casos de adopción, adoptando, acogiendo, apadrinando, ayudando en la propia reconstrucción de las instalaciones del albergue…un sin fin de acciones que por pequeñas que sean y parezcan, contribuyen enormemente a que esta labor y en consecuencia esta asociación, puede salir y seguir adelante.
Como voluntaria de la Gatera AdoptACat, puedo decir que estoy muy orgullosa de pertenecer a esta “pequeña  gran familia”, que mi experiencia es cien por cien enriquecedora  en todos los sentidos (personal, social…),  completamente recomendable para todos los públicos (personas mayores, familias con niños…) y sobre todo, que este tipo de ayuda no es excluyente sino complementaria con otras que puedan darse a otros colectivos necesitados en estos tiempos de crisis!"

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